Visual Analytics & Big Data. Data Scientist. Open Data. Open Access. Data Mining. R. Weka. Scientific divulgation. Researcher. Also, I'write poetry: "Art perfects the senses"
Esta última colección de Roderick Emilio pintada en diciembre 2020 tiene una mirada crítica adicional y la sublimidad de la palabra locura se hace presente en los títulos de cada obra.
Su técnica sigue siendo mixta.
Niña, flor naciente
Alas y corazón en extinción
Santa Claus enloquecido
Momo
Sentidos locos
Mujer loca
Mayores motivaciones le acompañan y su espacio para crear se expande.
Proceso de pintura – Roderick Emilio Contento Quituisaca
A sus seis años no se detiene ante la alegría, el dolor o los sentimientos que le hacen llorar de vez en cuando. Recibe abrazos de abrigo. Su perseverancia le permite disfrutar de lo que ama y nos emociona los días tanto como el tiempo que compartimos.
Roderick Emilio termina el año 2020 con su participación en la 10ma edición de la revista MarginaLees.
Quiero que la naturaleza se rehaga con muchísimos colores vivos aunque la vida no cambie. Por eso pinto…
Roderick Emilio Contento-Quituisaca, 2020
Incentivaremos tu decisión de ser libre pensador y apoyaremos ese ímpetu necesario que todo artista tiene para instruirse. Caminaremos a tu lado porque juntos aprendemos sin letargo.
Este relato surge a partir de un ejercicio de creación literaria con tres frases que están al inicio: «Desde que estamos solos, mi fantasma y yo hemos querido encontrar alguna otra sombra que nos haga compañía. Para esto…», al intermedio: «En casa los objetos han empezado a hablar con nosotros, la mesa del comedor dice, por ejemplo, que…» y al final: «Ahora vamos a conquistar el mundo.» Puede descargar este relato y el libro uni-di-versos completo desde https://liliaquituisacasamaniego.files.wordpress.com/2020/06/uni-di-versos.pdf#page=79
Desde que estamos solos, mi fantasma y yo hemos querido encontrar alguna otra sombra que nos haga compañía. Para esto despertamos, tomados de la mano, y recorremos por el filo de la cortina buscando un agujero: portal de innumerables escapadas. Más, de repente, reapareció una polilla descontrolada, sus ojos desorbitados nos asustan por completo, la transparencia de mi nueva colega quedó inválida, su cabello se crispó. No le había pasado nada similar en estos últimos veinticinco meses que vive en mi alcoba.
Bastó un impulso de tiempo para que el suspiro se transforme en arterias, el aroma se convierta en vértebras y el sonido, que casi desaparecía, se alimente de mi conciencia. Los centímetros de su piel comenzaron a manifestarse con su color aceituna. Mi fantasma desapareció: en humano superficial se convirtió, por lo que debíamos buscar la forma de insertarle la razón. No encajaba con la rutina establecida para cuestionar.
Insomnio tras insomnio, vueltas y vueltas, pisadas fuertes taladraban con ruidos la tranquilidad de la habitación. Decidimos salir.
En casa los objetos han empezado a hablar con nosotros, la mesa del comedor dice, por ejemplo, que desarmemos las cuatro sillas que están junto al bar para buscar en sus travesaños el algoritmo para desarrollar algunos sentidos humanos; mientras que las sillas, en su defensa, mencionan que la mesa resguarda los códigos cercanos al lenguaje de bajo nivel que un programador requiere para ensamblar una genética particular.
Justo, en medio de la discusión aparece el pretexto sumiso: ese simbolismo subjetivo que percibe o distingue sonidos, olores, contactos, sabores.
De pronto, la taza que siempre estuvo sola gritó, a este humano: “le falta emoción”.
Entonces, fue necesario establecer un tribunal. El dilema presentado requería una aprobación a corto plazo, aunque el juez no tenía paciencia para escuchar los argumentos de los testigos. Ellos, objetos huraños, platicaban en lenguaje binario; la traducción analógica estaba a cargo del utensilio más perspicaz: la cuchara.
Para dictar sentencia, un listado de peticiones fue redactada y la más urgente fue que «se debe injertar un corazón»; sin embargo, por fuera quedó la capacidad que exige el poder sentir.
Por algunos días intentamos estimular el sentido de la lógica para no cumplir con los requerimientos estructurados y ortodoxos que la sociedad y hasta los objetos tuvieron a bien exigirnos. Nadie entiende que injertar un corazón en las nacientes vértebras de un ente no es suficiente. Nos alejamos. Ahora vamos a conquistar el mundo.
Los vínculos insertados desde los primeros segundos se fortalecen en cada momento; sus preguntas retóricas exigen respuestas precisas; su confianza en el entorno hace que su pensamiento se vislumbre en frases filosóficas y cuestionadoras.
La familia creció y la consentida de menor edad ya coordina una sucesión de sonidos, disfruta cada vez que escucha poesía, se emociona con el timbre de voz de quienes solemos cantarle y se mantiene atenta en los ensayos de su modelo, el consentido mayor.
Él, le da voz coloreada a los pinceles, pinta historias y legitima su aptitud al ponerle títulos a cada obra.
Él compagina equilibrio con armonía para que la danza viaje por cada arteria.
… y nosotros, ahí estaremos para apoyarle, porque nadie debe mutilar la pasión con la que se genera el arte.
El corazón no debe quedarse estacionado en el pecho…
Texto y voz: Lilia Quituisaca-Samaniego Libro: Contrarreflejo
Si pensabas no amarme
¿Por qué trazabas en el tiempo tu camino de regreso?
Si pensabas no amarme
¿Por qué exigías acabar con esta distancia?
...
Si pensabas no amarme
¿Por qué escribiste mi nombre con tus lágrimas?
Si pensabas no amarme
¿Por qué suplicabas que aprendiera a quererte?
Ahora que aprendí a quererte,
pides que te olvide,
pides que este amor no se dilate.
Así como tuviste el valor para engañarme
ahora, asume este desenlace;
porque de tu invento
solo quedará un manantial de ahogo.
Autor: Lilia Quituisaca-Samaniego
Gracias a la invitación del GAD Municipal Alausí para participar en el homenaje al Bicentenario del Cantón Alausí. Doscientos años de independencia y el sacrificio de nuestros antepasados para darnos libertad sigue en la sangre de todos los que somos o hemos transitado por estas tierras.
Participan: Cristina Zabala Inga (Guasuntos), José Cando Zabala (Guasuntos), Andrea Suárez (Alausí), Fabricio Arrieta (Sibambe), Estefanía Santillán (Alausí) y Lilia Quituisaca-Samaniego (Guasuntos).
Poemas numerados en honor a Alausí:
Poema I (Husillos)
Esos vagones resguardan estampas de rostros admirados,
cuya voz retumba desde la cima vertiginosa de una nariz,
esa voz del carbón evaporado, esa voz prudente del río,
esa voz que aún queda en los colores cálidos del maíz.
Las rieles acomodan sus pasos en zigzag,
su piel está grabada en los durmientes mordisqueados,
atorados en la historia que emerge de las quebradas
cada vez que la neblina ahuyenta decaimientos equivocados.
El andén siempre dispuesto acoge lenguas extrañas,
la calle larga abraza despacio las arterias pintorescas
donde confluyen los pórticos sedientos de oración…
Poema II (Vestigios)
Algunas vértebras anidadas en las barandas
fueron tejidas con risas -faena de chicos-;
quizá por eso los fantasmas buscaron asilo
debajo de las tejas cuarteadas y desteñidas.
Al filo del bajareque enmarcaron sus párpados.
Sin remordimiento indagaron en las sombras,
buscaron que la tiniebla esquelética
se aleje de la monotonía indulgente y huraña.
La transparencia de las ventanas
no consintieron que los rompecabezas
se armen a medida del bullicio ingrato.
En la puerta, un rayo de silencio te espera...
Poema III (Libertad)
La borrasca se aleja
porque sabe que la solidez aguerrida
permanece en los carriles sinuosos y mágicos.
La carencia rehúye
porque sabe que la tierra cultivada
revive con surcos imponentes y fértiles.
La insensatez desaparece
con el canto potente
del horizonte azafranado.
El miedo no vive
en los cerros de piedra entretejidos con pajonales esbeltos.
El miedo no vive
en la serenidad del que añora su hogar
porque venció la nostalgia de haber partido un día.
El miedo se esfuma
ante los guerreros que ejecutan cautelosos sus desafíos.
El miedo sucumbe
ante el brío del que aún habita donde inició su vida.
Autor: Lilia Quituisaca-Samaniego
Tema: Lamentos del alma Texto y voz: Lilia Quituisaca-Samaniego Libro: Por todos los silencios. Antología poética POEPAZ. Volumen 2.
Escucho risas de lamento,
palabras inconclusas que el viento las termina.
...
Te siento distante,
escondido en el pálido horizonte,
incesante locura que no acaba;
incesante, como el latir apresurado de esta alma.
...
Nuevamente ausente, sí,
ausente para vivir en un lamento.
Lilia Quituisaca-Samaniego
Tema: Tumba melancólica Texto y voz: Lilia Quituisaca-Samaniego Libro: Por todos los silencios. Antología poética POEPAZ. Volumen 2.
Esculpida entre sueños llegas melancolía,
melancolía, melancolía mía;
atrapada en el laberinto rectangular
del recuerdo amargo de la despedida.
...
Melancolía rugosa, desesperada,
atrevida y fugitiva;
expiras en la última gota de vino tinto
como fragmentos humedecidos del destierro.
Lilia Quituisaca-Samaniego
Tema: Miedo semiabierto Texto y voz: Lilia Quituisaca-Samaniego Libro: Por todos los silencios. Antología poética POEPAZ. Volumen 2.
Agujetas congeladas por el miedo
son calcinadas en las rocas profundas
del cráter semiabierto.
Latidos inertes profesados en la tenebrosa situación
de quien no emite murmullos y encierra palmoteos
en su alcoba enmohecida por inercia.
Autor: Lilia Quituisaca-Samaniego