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¿Por qué no celebro fechas especiales?


Es costumbre en casa no celebrar fechas especiales tan a menudo, sin embargo desde que recuerdo cada instante compartido tiene más importancia que un aniversario, un cumpleaños, etc. Así, nos han inculcado y por supuesto nada tiene sentido cuando los que más quieres no están contigo… Es por eso que desde hace mucho tiempo no celebro «fechas especiales» como suelen llamarse, los motivos han sido diversos, el primordial es que únicamente celebro INSTANTES ESPECIALES que aunque pasen a ser recuerdos son los pilares de mi vida…

He tenido el mejor regalo: las enseñanzas de mis padres, las lecciones de mis hermanas, el ímpetu de aprendizaje de mi abuelo; pues recibir su abrazo de bienvenida o despedida es único, a esto se suma el gesto tan natural de gratitud que mis mascotas me brindan. Igual de relevante es contar con los ánimos y locuras de los amigos/as…

¿Cuántos amigos he conseguido hasta hoy? No muchos, pero sí los suficientes y los necesarios para valorar y ser consciente de la verdadera amistad.

Con mi familia y amigos he logrado compartir las expectativas de mis sueños y me han brindado lo mejor de ellos para fortalecerme cuando he perdido las ganas de luchar…, pues me han impulsado para concretar las metas de mi destino.

Grandes motivos me han acompañado, particularmente TU tiempo y compañía en mis fracasos y las felicitaciones en nuestros objetivos compartidos, pues gran importancia tiene una taza de café, una taza de chocolate, un choco-café helado y hasta una copa de vino que brindamos sin que haya celebración alguna -tan sólo por el hecho de estar juntos-

Mi gratitud a todos los que realmente me conocen y comparten mis sueños y creencias…

Autor: Quituisaca Samaniego Lilia (Lilivi)

¿Por qué, razones?


 
Retornando, -entrelazados ¿Quiénes?
Sensación asimilada, dudas menospreciadas, confundidas.
 
Panorama inquieto, cumpliendo una promesa -no pensada;
Inventándonos la soledad -por hacernos compañía…
 
Así, nos quedaremos -jugarretas destinadas
prediciendo nada más -un acontecimiento…
 
Ocaso pálido, implicaciones de conjeturas casi reales,
característica especial de un reniego analizado.
 
Dejando por escrito tres palabras, claves -generadas,
porque inconfesable es el cariño que se ha introducido en el alma.
 
Más, no me incomoda tu silencio, pero cuánto me duele tu ausencia…!
 
La noche se acaba, la ruta establecida ha terminado;
tres lágrimas de involuntaria revelación se cristalizan,
provocando un desasosiego aparente,
sin embargo, las recoges de forma apresurada -lástima…
 
Gestos de impronta desafiada, impertinentes
argumentos de inusual cordura -detienen un adiós-
Por ahora, cuestiones no definidas de imponente criterio -amor.
 
Autor: Lilia Quituisaca Samaniego

De modo distinto


Aunque nada cierto pareciera,
sin control estás -sentimiento…

Y, ¿si te empiezo a querer?, me preguntaba,
demasiado tarde, respondió el corazón…,
porque -ya lo quieres-

Pues algo distinto sucedió
y muy pesar de no saber lo que en verdad sientes,
me atreví a quererte…
¿Desde hoy? -No lo creo- fue hace tiempo.

Aunque jamás vuelva a verte,
y esos rumbos a tomar sean distintos,
siempre, siempre te llamaré VIDA.

Autor: Lilia Quituisaca Samaniego.

Siento que te quiero


siento que te quiero

Generando latidos -mi corazón-, un atípico tic tac
está sintonizando una frecuencia de atónito desvelo
realidad inesperada, hoy se impulsa sin temor.

Tiempo emergente, sujeto a tu presencia, insólita cuestión;
retenerte en recuerdos, palabras, gestos… Así, tan de repente,
ordenándose en detalle nuestros sentimientos -escapatoria final-

Ya no aparecen sentencias ni arrepentimientos, estamos aquí,
anhelando que dicha confesión, no sea un simple cumplido.

Por alguna extraña razón has cambiado mi vida,
no me propuse quererte, sin embargo tienes un cierto misterio
que envuelve mi vida de ilusión, -no hace falta comprobación-

Autor: Quituisaca Samaniego Lilia

Se hizo costumbre quererte


Contemplando la distancia,
aparece un desglose de antaño;
palabras que describen un desvelo,
de innumerables razones perdidas.
Situaciones simples que recorren una historia
miradas esquivas -circunstanciales-.
Texturas ocultas, encerradas en el tiempo
poco a poco se transforman en ciclos abreviados.
Requerimientos inusuales, influyentes -como siempre-.
¡Oh! cuánto me importas, vida mía…

Autor: Quituisaca Samaniego Lilia

Cuestionamiento vano


 

Escondido entre el recuerdo

sin merecimiento alguno aparece el reclamo.

 

Así, se expresa la intolerable hidalguía

consumiendo el sendero aproximado…

 

Ingenio presumido, prudencia innecesaria

simples contradicciones generadas

por la enésima figura que aún ronda la espera.

 

La nostalgia no se imagina tal desmedro,

burla inoportuna de la incipiente relación que no acaba.

 

Y como si la importancia no bastara

todavía -me pregunta por ti-

preámbulo impuesto de un juramento circunstancial.

 

Radical ir-respeto de aquel camino solitario –ultrajada calma-

que agoniza en la mirada insinuante del destino.

 

Nos hizo falta algo más de historia,

conciencia dividida en atuendos inertes –apariencia-

 

 

Autor: Quituisaca Samaniego Lilia

Impulso decisivo


Cuando cruzo el umbral del silencio,

recorro un final inesperado…

Maldigo momentos de intentos cohibidos,

besos arrastrados con huellas de caricias no visibilizadas.

Más cuando todo estaba por terminar,

apareces de la nada, ¿qué intentas?

Un vendaval de sensaciones impulsa tu interrogación,

verano de rimas aturdidas, falsa sonrisa acompañada de elogios.

Palabras, palabras –sólo eso-  llamadas de perdón tardío,

gesto inoportuno, fatídica figura que ensordece mi tino.

Aunque tu inclemente orgullo pregone dolor

no habrá otra muerte para mi corazón…

Autor: Quituisaca Samaniego Lilia

PARAÍSO PROHIBIDO


Cortina litigante de soberbia tesitura

que se esparce en la sombra perspicaz de tu penumbra.

 

Un millar de colores ufanos se entremezclan

reflejan la infortuna herencia de un abismo,

aquellas ramas de débil estructura

se minimizan al verse derrotadas –esclava peregrina-

 

Pálida envoltura, más de una triste mirada

denota el gris sabor de la derrota

corren en sigilo buscando refugio -sin sentido-

 

No es tu silencio, sino tu mirada,

una mirada inerte que sedienta de guerra

va muriendo con hastío –prisión disimulada-

 

Un centenar de individuos en hileras van cayendo

hasta la tumba  de un corazón oprimido,

lástima que antes fue un paraíso prohibido.

 

Autor: Quituisaca Samaniego Lilia